002 "Podridos"

Lunes 07 de Marzo (Viernes 07 de Enero) 2005

Tras un arduo día en el Liceo Lastarria el Antihéroe y evadiendo a Labarca o Manzano, Prado se aleja paso a paso entre los pitufos hacia el metro, decidido a visitar a su amiga de la infancia Lenny, quien vive en pleno barrio-céntrico-de-Santiago, sector Angamos. Caminaba y caminaba con el calor de su mochila en la espalda el sudor causado por fusión corbata+camisa, sin importar la distancia tanteando la billetera y el celular, sin importar todos esos rostros que atisbaba al cruzar cada trecho. En obsesión ya hace un tiempo se había convertido el atisbo de cualquier rostro que se le cruzara, como si así creyera podía penetrar en lo mas hondo de la persona, conocer sus mas íntimos deseos, saber nada mas , como un guiño simple, como cuando los perros se huelen entre si. Así de simple era para el Antihéroe esta mala (o extraña) costumbre, lo que lo ha traído mas de una situación (ya sea coqueteos o mal interpretaciones).

Es así como Eduardo recordaba (o trataba) los momentos vividos para la celebración del cumpleaños de esta amiga de antaño : Una fiesta improvisada una noche de enero del 2005, mucha gente por conocer, sesiones de dvd (Depeche Mode & The Cure. acompañadas con mucho whisky y piscola, luego carne. Mas carne y torta, y así toda la noche.

“La fiesta se dividió en dos, durante las primeras horas. En la sala principal del pequeño depto de los Meyer estaba el carrete-familiar, los padres de esta mina recibían a sus hermanos, primos y sobrinos en este reducido pero hiper-decorado espacio. Una sala de estar adornada con patos, la ultima obsesión de la Tía Carmen. Un peculiar conjunto de personas algo escandalosos y gritones, todos exagerados en su actuar, y no por efectos etílicos, ya que por naturaleza los Meza (parte materna de Lenny) suelen ser así. El otro ambiente estaba en la pequeña pieza de Lenny, con la música y los videos de fondo, el lugar se fue llenando de apoco de gente joven al verse invadidos por el jolgorio y alegría de los Meza, una pareja casi de comercial pero en versión rasta-reggae, se robaba la atención de la concurrencia ya que compartían marihuana con la festejada. Yo sentado, ya algo mareado por los dos whiskies que me había zampado (por aquellos tiempos aún no dimensionaba los efectos del alcohol, y menos calcular dosis) discutía con un tal Ricardo cuales eran los mejores temas de Depeche, estaba en eso cuando veo entrar la tía Carmen con un par de botellas en una mano y una hamburguesa mordida en la otra : “Yaa, les traje mas trago, para que los podridos se emborrachen, celebren todos los niños por que mi Hija esta de cumpleaños. Cúrense los Podridos .!!!! “



“La pequeña reunión en el cuchitril de Lenny resultó ser la previa al primer carrete del año, mi amiga cumplía 18 y una fauna se apoderaba de apoco de la sala de estar de los Meyer-Meza, las risotadas de las tías hiperventiladas y de collares chinchosos, los gritos de esos barrigones tíos de Lenny daban paso a la fiesta misma al salir del depto esta caravana de parientes alegres. En el momento no lo noté pero desentonaba con el resto de las personas, entre góticos, rastas, flaytes con plata, minitas sub-17 agrandadas, emos & hardkore, este-pergenio-proyecto-de-humanista estaba fuera de lugar. Aunque hablé con todos o mas menos mantuve un nivel de conversación interesante y digno de mi. Ricardo el chico gótico, cada vez me atraía mas, tenía una fineza, una cordura y una especie de elegancia única, parecía como si cada cosa que hiciera o digiera estaba calculada. Mas no tenía muchos parámetros a esa altura de mi vida, pero en ese momento me parecía perfecto, sobre todo esa manera lenta de hablar y esa palidez en su rostro. Lo único que quería era llevármelo al baño y besarlo. Pero no, horas mas tarde entro en escena su polola (pero cómo si a todas luces Ricardo me parecía tan homosexual).Terminé hablando con ella de delirio & Muerte, Política & Civilidad mientras el gótico trataba de convencer a la cumpleañera que le prestase el dvd original de 101 de Dm.”



Eduardo termina borracho esa noche y peor : vomitando en pleno pasillo de Meyer, ella debe limpiar el vomito y acostar a su amigo en la cama de Yino, quien anda en Italia. Al otro día debe hacer esfuerzos para recordar lo que sucedió, siente su estomago mal por efecto del whisky/piscola/vino/ron/cerveza/pisco sour etc.

Al recordar ese verano que vivió, ignoraba como sería el 2005, si seria así de intenso, rápido (o hasta decepcionante como lo fue esa noche) lleno de confusiones demasiada gente y muchos gritos, ¿Sería este un año frío y oscuro como lo fue el 2003? ¿O mas bien uno lleno de responsabilidades pingüinas? . El lo ignoraba, pero este etílico racconto no era en vano, es tan solo un conato de si amistad con Lenny, o de sus primeros coqueteos con las copas.

Tras haber compartido con Meyer un improvisado-almuerzo-para-dos, Eduardo abandona el pequeño departamento de su amiga, sale a la Alameda, aborda la 129, de nuevo, vendrán muchas tardes iguales, o eso cree el Antihéroe. En casa la espera una madre recién cesante, la Sra. Eufemia se ha tomado bien su estadía en el hogar este ultimo tiempo, ha tratado de mantenerse ocupada, “ser-útil” aunque no productiva (como dice ella). Desde redescubrir los encantos de si guardada maquina de coser hasta cambiar la posición de los utensilios de la cocina. Toda una odisea para esta mujer quien siempre ha sido una buena co-proveedora junto a su consorte, y haber quedado cesante justo al entrar sus dos hijos mayores al colegio significaba algo en lo que había que tomar cartas en el asunto. Pero en el fondo algo tranquilizaba a la madre el Antihéroe, una certera seguridad le decía día a día, que pronto retornaría a sus labores.